Monday, September 18, 2006

Sin agraviar a los presentes

Toda similitud con la realidad... es mera coincidencia.

El efecto Yoko Ono

Hace tiempo, en la década de los 50´s y 60´s , mientras la juventud luchaba por la libertad de sus opiniones y tratar de romper con los esquemas tradicionalistas, hubo un grupo que vino a servir de bandera cultural en aquella época, con su irreverente estilo, cabello alborotado y actitud desenfadada que enloqueció a jóvenes y a adultos.

The Beatles, fincaron una carrera de éxitos sin precedentes, llenando estadios, marcando el camino a seguir para los grupos incipientes, imponiendo modas y estilos que eran copiados por millones de jovencitos en todo el mundo, instituyendo de esta manera la beatlemanía, que hasta la fecha, sigue estableciendo el punto de referencia en el antes y después en la historia del rock y de la sociedad.

Como siempre pasa, la vanidad, los excesos, el ego, la fama y el asedio de fans y periodistas, fueron fragmentando la unidad del grupo, hasta llegar al punto en que casi no podían reunirse sin tener desacuerdos. Un día, el vocalista principal del grupo conoció a una artista oriental de nombre Yoko Ono, y desde el momento en que se sintieron atraídos, la mayor parte del tiempo la pasaban juntos, hasta el punto en el que iba al estudio de grabaciones y opinaba sobre el curso del disco.

El resto de los integrantes comenzaron a sentir la presión de esta mujer, sobre todo en el cambio dramático en su líder de tantos años, y terminaron por separarse y hacer sus carreras en solitario. A los años, el líder de la agrupación fue muerto a balazos por un fanático. El paso a la historia como un genio arrancado del mundo de manera infame, y ella, sigue siendo para muchos, la única culpable de la separación del cuarteto de Liverpool.

El objetivo de esta reseña, era preparar el camino para resaltar lo mucho que afectan las influencias internas en un grupo, desde el mismo centro de todas las actividades que realicen; algunas malas compañías aprovechan su posición dentro del grupo y actúan con ventaja pues, saben de las debilidades de sus compañeros y estan al tanto de sus carencias, conocen las fortalezas y las esquivan, y siempre se benefician con la situación.
No es un secreto que, en el medio artístico (y en cualquier nivel), la envidia es el principal veneno que carcome a las personas carentes de talento, y al no poder competir con los grandes artistas; comienzan a sacudir el entorno, creando conflictos, contraponiendo a los amigos y azuzando a los enemigos. Este tipo de personas, navegan con bandera de intelectuales, los lideres indiscutibles de los subgrupos, se sienten indispensables y pueden manejar a los más débiles o a los nuevos integrantes a su conveniencia.

El efecto Yoko Ono, provoca la separación de un grupo desde su propio seno, donde una persona se dedica a sembrar la semilla de la discordia, por medio de la duda y el rumor. Como resultado; sus integrantes sucumben ante la tentación de éste, o de comentarios mal intencionados, los sienten verdaderos y el veneno los consume. Este rumor, es tan fuertemente fundamentado; que es difícil de creer que es una mentira, ya que el que lo inicia, conoce a la perfección cada reacción de sus compañeros, lo ha analizado anteriormente, y sabe como lastimar. Es en esencia “divide y vencerás”

Todos hemos sufrido de alguna manera las secuelas de este efecto, hemos dejado de hablarle a amigos y conocidos, enfrentamos a terceros pensando que de esa manera nos dejaran en paz, cuando el golpe viene de otra parte... esta justamente a nuestro lado.

Si una sola mujer pudo terminar con un grupo de fama mundial, y otra fue la causa del suicidio de otro genio naciente Kurt Kobian (a lo mejor estoy exagerando pero pregúnteles a los fans y verán que no me equivoco), ¿que pasará con un grupo de fama local?. Estamos acostumbrados a dejar que las cosas simplemente pasen, sabemos donde esta la raíz del mal y no hacemos algo por erradicarla. Lo más resuelto que podemos hacer, es aislar la raíz, tomar al fruto de esa planta y alejarla del resto para que no se contaminen.

Debemos de ser mas fuertes y no permitirle a todos y todas las Yoko Onos que nos encontremos en nuestro camino, el desbaratar una meta que se ha planteado en grupo. Una sola persona no puede ser más fuerte que dos. Abramos los ojos y luchemos por lo que nos es nuestro, Roma no se hizo en un día; y también fue un trabajo de equipo.

3 comments:

Cristina said...

La verdad no se que decir me has dejado con la boca abierta por la verdad de lo que dices solo que no hay que olvidar.... no es necesario que sea mujer puede ser alguien disfrazado...eso no hay que dudarlo...te quiero mucho...

Aly said...

No me referia unicamente a una mujer... lo que pasa es que precisamente por una mujer nacio este comentario... pero como dices Cris, puede ser cualquier persona, una Yoko Ono no tiene que ser mujer

Susanska said...

tsssss....si somos poderosas nomas ke medio torcuatas para captarlo jajajaja....